jueves, 4 de abril de 2024

Pregón Pascual - Exultet por Padre Antonio Polo

Padre Antonio Polo canta en Latin el Exultet - Pregón Pascual (Praeconium paschale) en la Misa de Sábado de Gloria de la Semana Santa de 2024 en Salinas de Guaranda



martes, 14 de noviembre de 2023

Como llegó Padre Antonio Polo a Salinas de Guaranda

Basta con que entreabra las cortinas de su departamento, situado en la parte alta de la casa parroquial, para que Antonio Polo, un sacerdote 81 años, descubra del otro lado a Salinas, discreta y tranquila población que se vislumbra en medio de la bruma de un día frío.


Con unas pocas calles adoquinadas y otras tantas lastradas, casitas de ladrillo sin revocar, un parque central con iglesia al costado, el pueblo que hace 40 años enamoró a este italiano se parece a otros tantos ubicados en la cordillera de los Andes.

Sentado a la mesa del comedor —que también utiliza de escritorio— Antonio Polo aspira profundamente el aroma del café filtrado que inunda el departamento y que uno de sus asistentes se encarga de servir. Echa dos cucharadas de azúcar en la taza antes de llevarse a los labios el primer sorbo. Solo en ese instante decide desempolvar sus recuerdos.

“La gente de Salinas se mostraba muy humilde y sumisa. Yo no entendía por qué. Tú llegabas y te recibían con un beso en la mano”. También menciona aquella realidad que le sobresaltó: “Uno preguntaba cuántos hijos tienes y respondían 14, seis vivos y ocho muertos. Yo me decía ¿Cómo es posible? En mi país las personas se mueren de viejas, a mi edad por lo menos, aunque yo todavía doy guerra y no tengo ganas de morir”.

Nadie niega que este pueblo tiene un antes y un después, y que de alguna manera comienza y termina con Antonio Polo, este veneciano de barba poblada, amplia frente que va ganando espacio a una cabellera lacia, quien una mañana de 1970 arribó desde Simiátug, donde era párroco, para dar una misa. Y se quedó.

Polo recuerda vagamente aquel primer día en Salinas. “Tal vez llovía y había mucha brisa. Yo imaginé que era imposible que alguien sea infeliz viviendo en medio de un paisaje tan bello”.

De pie en lo alto de una meseta, a más de 250 metros, lo que Polo miraba era un conjunto de 30 chocitas con techos de paja de cuyo interior escapaban largas columnas de humo hacia el cielo despejado.

Polo bebe un nuevo trago de café y observa de reojo hacia el otro lado de la ventana, hacia el parque, donde un par de niños corren tras un balón. “Hoy son alegres, los veo hasta más robustos. Yo creo que antes eran tristes. Había muchos niños enfermos, escasez de bienes, padres de familias que se quejaban de no tener trabajo. No llegaba la energía eléctrica, tampoco había agua potable ni servicios de salud”.

Esa fue la Salinas con la que se encontró cuando comenzó a caminar por sus calles en su primera visita al pueblo.

“El hombre había puesto ya el pie en la Luna, pero aquí las personas seguían viviendo en una especie de feudalismo porque una familia era dueña del único sistema de trabajo: las minas de sal”, dice Polo.

A esas minas, a 250 metros del pueblo, Salinas le debe su nombre. Su explotación se inició en tiempos de la Colonia.

Cuando Polo llegó, la sal marina que se distribuía desde Guayaquil —obtenida en Mar Bravo y San Pedro, en Santa Elena— se vendía a menor precio y en mayor cantidad en todo el país, pero “estas personas seguían viviendo de una labor que generaba ganancias mínimas y jornales precarios. No tenían otras opciones. Los cultivos alcanzaban apenas para el consumo doméstico. El ganado tampoco ofrecía ingresos”.

¿Cómo cambiar ese panorama? Polo reconoce que cuando monseñor Cándido Rada, arzobispo de Bolívar, le habló de trasladarse de Simiátug a Salinas, le recomendó fundar una cooperativa de ahorro y crédito que le permitiera recaudar dinero para comprar las minas.

Pero había necesidad de enfrentarse a la idiosincrasia de la gente. “Esperaban que el Estado les diera trabajo, que les mejorara el nivel de vida. Y nosotros no veníamos a regalarles nada, queríamos hacer algo, pero con ellos”.

Lo primero fue ganarse el aprecio de la gente. “Ya me respetaban solo por el hecho de ser 'curita', pero me dediqué a compartir su vida, sus tristezas, sus velorios”.

El sacerdote vuelve a mirar a través de su ventana e intenta aspirar ese olorcito a café que dos horas después de haber iniciado este ejercicio con sus recuerdos, aún se percibe en el aire: “Estamos tan cerca de Dios pero demasiado lejos del Estado”, dice con cierto tono de picardía al hacer referencia a que Salinas está a 3.560 metros de altura.

Los hilos y los quesos forman parte de un engranaje comunitario, donde hay desde una incipiente procesadora de aceites esenciales hasta una fábrica de chocolates, pasando por una envasadora de hongos y confiterías.

Todo comenzó en 1972, con 15 familias. ”Un día les dijimos a estas personas que los curitas no habíamos llegado con dinero, que si querían algo tenían que sacar de sus bolsillos para financiarlo. Y lo hicieron. Con ese dinero se formó la cooperativa”.

Dos años después, el padre Polo se dio cuenta que había necesidad de dar alternativas de trabajo alejadas de las minas de sal; así surgió el Centro Artesanal Texal, una microempresa que hoy se conoce como Asociación Texal, con una producción de 75 mil dólares al año y que da trabajo a 231 familias.

Hasta el 16 de julio de 1978, cuando se iniciaron las labores en la fábrica de quesos, se gestaron otros proyectos: una panadería y una criadora de cerdos. Pero El Salinerito fue la marca que consolidó el proyecto comunitario, sustentado en un sistema de pequeñas fábricas distribuidas en diferentes casas del pueblo, donde funcionan 26 queseras; cien más están diseminadas en diferentes sitios de la provincia.

“Nadie debe migrar a Salinas para conseguir trabajo, si donde vive tiene en qué ocuparse”, explica Polo. Pero nadie es rico en Salinas, aunque cada uno de sus pobladores es socio de todo el complejo industrial de la provincia.

“Nadie, tampoco, se siente pobre. Cada quien gana su sueldo trabajando. Ese es el mayor logro en este gran proyecto: asegurar un puesto de trabajo, con un sueldo que dé a todos una vida digna”, dice el padre Antonio Polo, para quien el secreto está “en creer en Dios y tener confianza en que ninguno de nosotros se está enriqueciendo mientras otros empobrecen”.

Testimonio de vida de Padre Antonio Polo


Bendición de Padre Antonio Polo en Salinas



martes, 29 de agosto de 2023

Fanpage de Padre Antonio Polo

 Revisa el perfil de Padre Antonio Polo, también puedes dejar saludos y comentarios positivos para el Padre Antonio Polo y su labor eucarística en Salinas de Guaranda.



https://www.facebook.com/padreantoniopolo 

Escucha la misa dominical todos los domingos a partir de las 09H30 por medio de la Radio Comunitaria 89.9 FM.



https://www.facebook.com/RadioSalinerito89.9


jueves, 28 de abril de 2022

Breve reseña de Monseñor Cándido Rada

Tenía la indiscutible condición humana para suscitar el progreso. El año de 1950 viajó a Europa tras renunciar a su sede como Obispo de San Carlos de Ancud en la Patagonia. El 51 vino al Ecuador y se estableció en Quito en la casa de los Salesianos. Tuvo a su cargo la Parroquia de El Girón y tras conseguir fondos en el exterior, se dedicó a la construcción del Instituto Superior Salesiano y de los Colegios Cardenal Spellman para hombres y mujeres. El dinamismo de sus acciones, buen sentido del humor y carisma, fueron disparadores de admiración del pueblo ecuatoriano.

Quizá por eso, el 15 de mayo de 1958, Juan XXIII lo nombró Administrador Apostólico de Guaranda, sede que jamás había tenido Obispo y que tenía la reputación de ser una de las más pobres del país, al punto qué numerosos candidatos al conocerla, se habían rehusado aceptar.

Monseñor Cándido Rada Senosiain, sin temor ni favor, hizo su ingreso y marcó con su presencia una nueva etapa del desarrollo provincial. Fue soñador, adelantado para la época, a la vez pragmático y vehemente, al querer alcanzar en corto tiempo el progreso de las comunidades agrícolas de la provincia de Bolívar. Jamás le faltó el espacio para gestionar ni el discurso. Era de una sola pieza. Por su temperamento, a veces explosivo, también tuvo malquerientes. Mandó a callar a más de un político que pretendía usar el púlpito con fines electorales.

Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965)

Después del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) y de la Encíclica Populorum Progressio (1967) Monseñor Cándido Rada, observó con nuevos ojos la realidad de la pobreza rural de todo el Ecuador y su diócesis. Sintió la necesidad de dar respuestas concretas a las esperanzas de los campesinos. Fue hombre de decisiones, acciones y resultados.

Comenzando por la provincia de Bolívar, desde Simiatug, en 1970, trae a su diócesis los voluntarios Italianos de la Operación Mato Grosso que ya prestaban servicios en Morona Santiago. Seguidamente llegarán a Salinas (1971), Facundo Vela (1973), Cuatro Esquinas (1978) y otras provincias del país (Cotopaxi, Pichincha, Chimborazo, Loja, Esmeraldas, El Oro y Manabí). Lo mismo hizo con voluntarios norteamericanos, austriacos y alemanes.

La fundación del FEPP comenzó a fraguarse en 1968, cuando el Papa Paulo VI en Bogotá volvió a repetir el llamado de la Encíclica Populorum Progressio qué, en cada país, reduciendo los gastos militares, los gobiernos constituyan un fondo especial destinado al desarrollo de la población más pobre. Tarea que correspondía al poder público, pero el Obispo Rada la enfrentó desde su responsabilidad pastoral y social porque en nuestro país, como en la mayoría de países católicos, los gobernantes (muchos militares en aquel entonces y en la década siguiente) hicieron oídos sordos al llamado del Papa.

FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio)

El FEPP nace en 1970 por la voluntad de servicio del visionario sacerdote chileno a quién, en su iniciativa, le acompañó un grupo de laicos y sacerdotes comprometidos con el cambio del Ecuador. En esa gran cruzada y a través de la Curia, en los años 70, llegaron voluntarios de la Operación Mato Grosso y la Misión Salesiana a Salinas de Tomabelas, enclavada en plena estribación de la cordillera Occidental de los Andes. Es un paraje de una belleza única e incomparable.

El Padre Antonio Polo, es uno de los que acogió la invitación del Obispo Rada y lo hizo desde Venecia, hace 52 años. En este pueblito, encontró razones para soñar en construir el Reino de Dios, con amor, justicia y paz…El sacerdote y misionero salesiano recoge todas las experiencias vividas en su libro ‘’ La laguna de los Sueños’’. LINK

Rada Senosiain, ser humano con habilidades excepcionales que destacó por su capacidad intelectual, en varios campos del conocimiento, al final de su servicio episcopal en Guaranda (1980), se retiró y se dedicó a construir el Santuario de María Natividad del Huayco. Para un hombre dedicado al trabajo, la atención al espíritu es una muestra de su integridad.  En 1983 el presidente Oswaldo Hurtado, le concedió la nacionalidad ecuatoriana en reconocimiento a su visión, misión y trabajo.}

Amó al Ecuador hasta el último de los días. Sus restos (1995), junto al de sus padres, descansan en el complejo turístico religioso, al que dedicó más de dos décadas de trabajo. El nombre de tan genial obispo chileno en territorio ecuatoriano, despertó natural simpatía y gran admiración de quienes tuvimos el privilegio de conocerle.

Tomado de: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/15/rada-obispo-visionario

domingo, 23 de enero de 2022

Bendición de Año Nuevo por parte de Padre Antonio Polo

 El primero de Enero de 2020, nadie en Ecuador y en Salinas en particular teníamos la mínima idea de lo que sería la pandemia del COVID-19, así que recibimos la bendición del año nuevo de parte de Padre Antonio Polo en la iglesia de Salinas.

jueves, 21 de junio de 2018

Conferencia Magistral de Padre Antonio Polo

Conferencia magistral del Padre Antonio Polo, Sacerdote emprendedor italiano que cambió la historia de Salinas de Guaranda en la Provincia Bolívar. Un pueblo de la serranía ecuatoriana conocido por sus productos El Salinerito elaborados en sus empresas comunitarias que manejan una concepto de Economía Solidaria


sábado, 4 de noviembre de 2017

Salinas: Pueblo de Economía Solidaria

Salinas de Guaranda, es un pueblo tranquilo, productivo, ganadero y turístico; es tierra encantadora y en las cercanías de la parroquia existen formaciones geológicas y extrañas de interés para la arqueología e historia, e inclusive al ir de Salinas a Simiatug se distingue en una inmensa llanura de lado y lado grupos de piedra viva que semejan famosas ciudades con castillos, farallones, torres, columnas y estatuas, así como monolitos de tiempos atrás.



Al interior de los farallones del río Tiagua se encuentran las cuevas arqueológicas o prehistóricas que son mudos testigos de la historia por la que atravesó su población.

Ubicación

Se encuentra a 4 horas de Quito y a 30 minutos de la ciudad Guaranda.

Clima

Su temperatura varía entre 7 y 14 ºC en el páramo y entre 18 y 25 ºC en el subtrópico.

Composición étnica

Indígenas 85%, montubia y mestiza 15%.

Artesanía y Empresas Comunitarias

Con sus empresas comunitarias de las que forman parte queseras, una fábrica de confites, embutidoras, una hilandería, una asociación de artesanas y numerosas otras iniciativas populares, esta pequeña localidad andina se ha convertido en un maravilloso rincón donde la solidaridad y la perseverancia permite mejorar, día a día, las condiciones de vida de los salineros.

La Hilandería: Es una empresa industrial donde labora un grupo mixto de trabajadores, que obtienen un 100% de lana pura, iniciándose el proceso con la compra de lana de ovejas, llamingos, guarizo (cruce de llamingo y alpaca o llamingo y vicuña) por su calidad y color.

Luego se procede al almacenaje en la bodega y a la clasificación por su color y fibra para seguidamente pasar al lavado, secado, cardado e hilado a fin de obtener el producto terminado que será hilo de lana de varias dimensiones, color, grosor y textura.

Posterior a ello un grupo de mujeres se encargan del tejido y la comercialización de sacos de lana, guantes, gorras, medias y bufandas.

Atractivos Turísticos

  • Fiesta de Reyes en Salinas: Para lo cual se reúnen a las comunidades en los alrededores a fin de estrechar lazos de amistad y mantener viva esta tradición popular. Se celebra el 6 de enero y existen personajes que resaltan por sus vestimentas o nombres, así: los Embajadores representan a los 3 Reyes Magos: Gaspar, Melchor y Baltazar que alternándose vienen de las Comunidades de Pambabuela, Verdepamba, Chazojuan, ellos defienden a Dios y a los ángeles, en tanto que el Basallo y sus acompañantes defiende al Rey y el reinado, para lo cual utilizan vestimenta de variados colores y disfraces propios de la zona.
  • En la parte superior de las Minas de Sal se encuentra la meseta llamada Tablón Ventana y al atravesarlo se contempla monolitos similares a soldados petrificados y al proseguir se baja al valle del río Yacubiana en donde se toma el camino principal. Después de haber cruzado el río Yacubiana se llega a un caserío en donde se admira la loma del muerto que es una colina triangular encontrándose cerca de la cumbre una cueva con una gran piedra similar a un ataúd.
  • Yacubiana: es un pequeño pueblo habitado por campesinos dedicados a la producción de quesos Andinos que se los envía a Salinas para su posterior comercialización. Este recorrido se lo puede cubrir entre 4 a 5 horas.
  • Camino a la Comunidad de Verdepamba: Este recorrido se inicia en la Plaza Central, se sigue en dirección a la Iglesia y antes de llegar al Cementerio se toma la derecha para subir al Calvario y después contar sus gradas para llegar a la cima, desde allí se puede observar varios parajes, tomar fotografías del pueblo, de las minas de sal y de diversos sectores de la parroquia para continuar en dirección norte y apreciar el valle del río Tiahua que contiene los impresionantes farallones y las cuevas diseminadas en el gran cañón, mudos testigos de una formación prehistórico y erupciones volcánicas.
  • Continuando por el cañón y boquete norte se llega a una gran meseta y por ella a la comunidad que cuenta con varias chozas y viviendas tradicionales construidas con tierra, bahareque y paja; las madres confeccionan hermosos sacos de lana. Visitado este recinto el retorno puede realizarlo por la misma ruta o alternar con una variante, el tiempo de recorrido de 2 a 3 horas.

Leyendas

La parroquia es tan antigua como la historia de nuestros pueblos, pues los primeros habitantes fueron los Salinas, Tomabelas y Simiatugs, creada como parroquia civil en 1884, pero es a partir de 1970 cuando empieza a desarrollarse vertiginosamente con el apoyo de clérigos y misioneros italianos y de Organizaciones no Gubernamentales como el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (creado por Monseñor Cándido Rada), Promoción Humana, Cooperación Técnica Suiza, entre otras; así como de la iniciativa de su gente para buscar la economía de la Comunidad a través de las mingas tanto internas como externas para posteriormente desarrollar un sistema de autogestión en ciertas actividades.

Hasta la década de los años 60, los habitantes de la parroquia se dedicaban a la producción y comercialización de la sal que extraían de sus minas especialmente en época de verano y transportadas en grandes vasijas para posteriormente ser cocidas, así como también del contrabando de trago o licor, pero esas actividades hoy en día son solo recuerdo pues existen empresas comunitarias de quesos (entre ellos el Gruyere de 25 kilogramos, el Dambo de 3 ó 4, el Andino de 1 ó 2 kilogramos), embutidos con tecnología italiana, sacos de lana que se exportan directamente a Europa y Estados Unidos y del turismo como un medio para articular varias actividades.